Este tema al cual nos hemos remitido, posee un alto grado de importancia desde donde se lo mire, ya que representa un debate que antes nunca se había planteado ni en la agenda pública, ni mucho menos en la sociedad civil occidental.
La pregunta a todo esto es ¿por qué? Según Alejandro Colussi (1), esto posee “un tratamiento mediático” porque en realidad es impuesto por los medios masivos de comunicación quienes manipulan la información de acuerdo a la conveniencia de los grandes monopolios internacionales.
Por otro lado, se puede agregar a este planteo inicial que esta acepción impregnada de ideología occidental imperial y capitalista contiene y lleva en su seno algo que también se insertó como “una moda” y que, Carlos Vilas ha denominado “como una idea falsa”; se hace referencia a la globalización pensada como algo nuevo y que recién se da en este momento.
Esto se ve muy marcado con el avance de diferentes tecnologías ya que: “Hoy una capa privilegiada que accede a la tecnología moderna y el desarrollo convive con millones de personas sumidas en la pobreza, a la sombra de gigantescos rascacielos”(2).
Por otra parte, estas cuestiones antes nombradas, hacen que la aparición de los diferentes “movimientos islámicos” (todos ellos con carácter revolucionario) sea más eficaz tanto en la aplicación de atentados (denominados por occidente terroristas) en su lugar de origen y hacia los demás países del mundo, en resistencia al alto nivel de modernización, pérdida de la fe religiosa y laicidad de la sociedad. Las naciones imperiales (Estados Unidos entre otras potencias mundiales) han intentado sofocar y pulverizar toda una gama de culturas que son diferentes a occidentes, denominándolas como “atrasadas, bárbaras y tradicionalistas.
Ahora bien, ¿Cuál la combinación de fundamentalismo e islamismo, si el primero aparece en occidente?
Se puede decir al respecto, que la idea de fundamentalismo proviene de aquellos movimientos protestantes hacia 1910, en unos panfletos denominados “fundamentos” entregados a la sociedad civil de ese memento y que tenía como fin último rescatar o hacer resurgir los valores cristianos perdidos por la secularización y laicidad, producto del avance tecnológico, planteándose ellos mismos como guardianes de las sagradas escrituras dictadas en la Biblia.
Lo dicho anteriormente comienza a tomar mayor forma cuando se fusiona esta idea de traer a la actualidad las viejas costumbres que se tenía en la época de Mahoma, mezcladas con la religión islámica, que a su vez produce o genera una combinación “simbiótica” de la política y la religión. Esta última, además, se sostiene bajo una base netamente “popular” ya que contiene en su interior a aquellas masas de trabajadores y personas que se encuentran excluidas de la economía y protección estatal capitalista, donde estos países tienen gobiernos corruptos que sólo responden a las necesidades de los gobiernos imperiales. Esto da pie para que una cosmovisión de índole religiosa intente recuperar aquellas cuestiones culturales que han sido abandonadas en reemplazo de este proceso de occidentalización que ha arrasado a toda cultura local, imponiendo una nueva forma de vida de manera abrupta.
* Moshe Sharon - La Agenda del Islam: Guerra Entre Civilizaciones: Moshe Sharon es profesor de Historia Islámica en la Universidad Hebrea de Jerusalén.
1 Marcelo Colussi. Psicólogo y licenciado en filosofía. Italo-argentino, desde hace 15 años vive y trabaja en el ámbito de los derechos humanos en Centroamérica. Ensayista y escritor, ha publicado en el campo de las ciencias sociales y en la narrativa.
2 Pedro Brieger, “qué es al Qaeda. terrorismo y violencia política. editorial: capital intelectual claves para todos. colección dirigida por José Nun impreso en Bs. As. Argentina, en 2006. Pág. 10.
La pregunta a todo esto es ¿por qué? Según Alejandro Colussi (1), esto posee “un tratamiento mediático” porque en realidad es impuesto por los medios masivos de comunicación quienes manipulan la información de acuerdo a la conveniencia de los grandes monopolios internacionales.
Por otro lado, se puede agregar a este planteo inicial que esta acepción impregnada de ideología occidental imperial y capitalista contiene y lleva en su seno algo que también se insertó como “una moda” y que, Carlos Vilas ha denominado “como una idea falsa”; se hace referencia a la globalización pensada como algo nuevo y que recién se da en este momento.
Esto se ve muy marcado con el avance de diferentes tecnologías ya que: “Hoy una capa privilegiada que accede a la tecnología moderna y el desarrollo convive con millones de personas sumidas en la pobreza, a la sombra de gigantescos rascacielos”(2).
Por otra parte, estas cuestiones antes nombradas, hacen que la aparición de los diferentes “movimientos islámicos” (todos ellos con carácter revolucionario) sea más eficaz tanto en la aplicación de atentados (denominados por occidente terroristas) en su lugar de origen y hacia los demás países del mundo, en resistencia al alto nivel de modernización, pérdida de la fe religiosa y laicidad de la sociedad. Las naciones imperiales (Estados Unidos entre otras potencias mundiales) han intentado sofocar y pulverizar toda una gama de culturas que son diferentes a occidentes, denominándolas como “atrasadas, bárbaras y tradicionalistas.
Ahora bien, ¿Cuál la combinación de fundamentalismo e islamismo, si el primero aparece en occidente?
Se puede decir al respecto, que la idea de fundamentalismo proviene de aquellos movimientos protestantes hacia 1910, en unos panfletos denominados “fundamentos” entregados a la sociedad civil de ese memento y que tenía como fin último rescatar o hacer resurgir los valores cristianos perdidos por la secularización y laicidad, producto del avance tecnológico, planteándose ellos mismos como guardianes de las sagradas escrituras dictadas en la Biblia.
Lo dicho anteriormente comienza a tomar mayor forma cuando se fusiona esta idea de traer a la actualidad las viejas costumbres que se tenía en la época de Mahoma, mezcladas con la religión islámica, que a su vez produce o genera una combinación “simbiótica” de la política y la religión. Esta última, además, se sostiene bajo una base netamente “popular” ya que contiene en su interior a aquellas masas de trabajadores y personas que se encuentran excluidas de la economía y protección estatal capitalista, donde estos países tienen gobiernos corruptos que sólo responden a las necesidades de los gobiernos imperiales. Esto da pie para que una cosmovisión de índole religiosa intente recuperar aquellas cuestiones culturales que han sido abandonadas en reemplazo de este proceso de occidentalización que ha arrasado a toda cultura local, imponiendo una nueva forma de vida de manera abrupta.
* Moshe Sharon - La Agenda del Islam: Guerra Entre Civilizaciones: Moshe Sharon es profesor de Historia Islámica en la Universidad Hebrea de Jerusalén.
1 Marcelo Colussi. Psicólogo y licenciado en filosofía. Italo-argentino, desde hace 15 años vive y trabaja en el ámbito de los derechos humanos en Centroamérica. Ensayista y escritor, ha publicado en el campo de las ciencias sociales y en la narrativa.
2 Pedro Brieger, “qué es al Qaeda. terrorismo y violencia política. editorial: capital intelectual claves para todos. colección dirigida por José Nun impreso en Bs. As. Argentina, en 2006. Pág. 10.
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